El reciclaje es una práctica esencial en la gestión de residuos y tiene un impacto significativo en el medio ambiente. Cada vez que reciclamos un kilo de residuo, se generan dos efectos positivos fundamentales que contribuyen directamente a la sostenibilidad del planeta.
El primero es la reducción en el uso de materias primas vírgenes. Cuando reciclamos plástico, papel o vidrio, disminuimos la demanda de recursos naturales que de otra manera tendrían que ser extraídos, procesados y transportados para la producción de nuevos productos. Al reciclar, evitamos la extracción de esa misma cantidad de materia prima, reduciendo así la presión sobre recursos naturales como el petróleo, la madera y la arena. Además, el uso de materiales reciclados requiere menos energía que la producción de materiales nuevos.
A nivel mundial, países como Alemania, líder en reciclaje con una tasa superior al 60%, han demostrado que el uso eficiente de los recursos mediante el reciclaje puede llevar a una disminución significativa en la demanda de materias primas y energía. “El país ha implementado políticas que obligan a las empresas a participar activamente en el reciclaje de los productos que ponen en el mercado, promoviendo así una economía circular”, explica Isidro Pereda, nuestro gerente general.
El segundo efecto del reciclaje es la disminución de residuos en los rellenos sanitarios. Estos lugares son fuentes de emisión de gases de efecto invernadero, como el metano. Al reciclar, prevenimos que grandes cantidades de residuos terminen en estos rellenos y contribuyan al cambio climático. Estudios de la Unión Europea indican que los países con mayores tasas de reciclaje no solo reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también generan beneficios económicos, como la creación de empleos en la industria del reciclaje.
Por ejemplo, en ReciclaMás, reciclamos un total de 1.100 toneladas de plástico, vidrio, latas y cartón cada mes. Este esfuerzo no solo reduce el uso de materias primas vírgenes, sino que también fortalece la economía circular, un modelo de producción y consumo que busca reutilizar los productos y reducir la generación de desechos.
“Alineado con la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), el reciclaje se está convirtiendo en una práctica común y responsable que no solo beneficia al medio ambiente, sino también a la sociedad en su conjunto”, afirma nuestro gerente. Y continúa: “El verdadero desafío está en convertir el reciclaje en un hábito cotidiano. Es necesario que todos, tanto en la capital como en regiones, participen activamente en este proceso. La Ley REP será un gran impulso para llevar el reciclaje a todos los hogares de Chile y promover una cultura de sostenibilidad”, finaliza.
Además, según un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente, el reciclaje de plásticos y otros materiales en los países de la UE ya ha evitado la emisión de más de 200 millones de toneladas de CO2 en la última década. Esto muestra cómo las políticas robustas de reciclaje, como la Ley REP en Chile, pueden generar un impacto real en la lucha contra el cambio climático.